Semana 4, Dios nos cría y nosotros nos juntamos…

Posted by Aleph on 2016/04/18

Por orden de mi lord Gn, a requerimiento, compongo esta semana (la cuarta de la presente ristra) una micronovela donde se narran los qués y cómos del desilustre caballero Galllardonegro. La narración se efectúa en modo primera persona apócrifa. ¡Salut!

 

 

      La Cruz Erisiana:
      “Luz en mi Cabeza,
      Fuego en mis Genitales,
      Fuerza a mi Derecha,
      Risa a mi Izquierda,
      Amor en mi Corazón”,

una micronovela.

 

(Prólogo)

    Se narra a continuación, a muy grandes rasgos, el periplo, destino Ítaca 13, de un nadie 1 natural del noreste peninsular. La trayectoria de uno de esos tipos que, siendo pulga, sueña con comprarse un perro y con que algún día mágico llueva de pronto la buena suerte; con dejar de tener número y tener nombre… Un camino que, a la postre, sépase de antemano, deriva en un escepticismo a raja tabla y un eclecticismo a macha martillo. Ni hay verdad, ni nada de lo mundano me es ajeno 2; ni yo, ni ninguno de mis congéneres somos la medida de nada 3; ni el mesocosmos antropológico que conformamos supone significancia alguna en contraste con el microsmos autopoiético 4 y el macrocosmos de quásares…

(Capítulo 1: Encrapularse)

    Alborando la adolescencia, cabe señalar a modo de iniciación, me entretuve tejiendo un florilegio con las mandangas de los pocos referentes de la tradición perenne 5 que todavía sobreviven a la debacle postmoderna. La lectura y la audición de charlas como método, la reflexión como praxis. Si la modernidad consistió en la construcción y vanaglorio de un constructo psíquico individual egoico capaz de plantarle cara, en términos hipostáticos, al gran Dios del monoteísmo (¡sapere aude! 6), la posmodernidad consiste en (a bote pronto y a priori porque le falta mucho para mostrarse en conjunto) el regreso del ente a la nada 7. La posmodernidad se traga a la modernidad como el devenir traga experiencias diarias, habiéndonos despojados de dos grandes fastigios en lo que a la evolución de la conciencia humana se refiere: la teosfera y la noosfera. En cualquier caso, leyendo hilvanando orando cabilando, cubrí mi juventud pispaja con ese manto y fui paciente y humilde en el trabajo.

(Capítulo 2: Crisálida)

    Zonceaba burlándome de los libelos de petimetres y ñiquiñaques que cursaban su juventud compitiendo en la carrera hacia la cúspide del sistema; pasé de largo del vestíbulo donde un paria puede tratar de colarse en el ascensor social. Pie en tierra, contemplé cómo se alejaba el carro del progreso dejando tras de sí un sirimiri de prisas, superficialidad, materialismo, programaciones y simonías. Ya puede, entonces, despojarme del manto descrito en el párrafo anterior. Solo, parado en medio de una vida cuyas perspectivas se efundían de una nesciencia paupérrima, miré al cielo, miré al suelo, entorné los ojos, esbocé una sonrisa y dirigí la atención a mi interior, donde, a parte de un run rún de vísceras y humores, encontré el latido de un corazón.

(Capítulo 3: Última juventud)

    Algunos antiguos compañeros de la pubertad, tomando consciencia de mi desaparición, alzaron un túmulo en mi memoria. Lo supe por terceros. Unos terceros que apenas si penetraban mi compañía. Solo, siendo yo en mis soledades 8, atento a cuanto mi sangre murmuraba 9, asistiendo a diario, puntual y disciplinadamente, a las lecciones de vida que me impartía mi super-ego en un bastión edificado en la cornisa más lejana de mi última soledad. Hermético, me dejé transmutar por mis propios miasmas y todo yo quedé primero bruno y luego huero. Socialmente, ya expliqué, aconteció un silencio y quedé desaparecido bajo ese catafalco que honraban en mi nombre.

(Capítulo 4: Un joven mago)

    Escuché la música en la que danzó Eurínome 10. También sonaron para mí las notas del arpa de Orfeo. Pude escuchar el canto de las hipocrénides. Resonaron dentro mí las vibraciones numéricamente perfectas de las esferas celestiales 11. Solamente en los intestinos, en el estómago, el esófago y la lengua me acordaba yo de un mundo planetario. Mi sexo, mi mente eran una misma cosa, o caso, de energía, de luz, de πνεῦμα 12. Sin tiempo propio, elaboré entonces mi primer sortilegio. Puedo decir que fue entonces cuando acontecí mago. Armé un conjuro para gobernar mi pasado, mi presente y mi futuro conjugándolos a modo de trébede, ya sabes, un círculo suspendido sobre tres patas; y ardí cuando una chispa de esperanza estalló en mi corazón provocando una rápida deflagración del grisú acumulado exponiendo a mi entendimiento la revelación de unas fuerzas telúricas imbrincadas con la danza perenne que yira penetrando de vida la eternidad latente del universo.

(Capítulo 5: Magia)

    El aprendizaje, de quien no tiene miedo a equivocarse, pronto se transforma en sabiduría o claridad. La sabiduría proporciona poder. Un poder limitado con el que no se debe tontear para evitar que se vuelva en contra. Traslúcido como el diamante, recogí de mi corazón dos semillas y sembré bajo mi pie derecho un atlante y bajo el izquierdo una cariátide. Abrí un caz desde mis ojos y les lloraba con fruición. Y cuando germinaron los alumbraba y calentaba con la luz de mi sentimiento. Permanecí oculto hasta que entroncaron y me alzaron como dos jambas. Ahora ya nacía, ahora, parte de mí brotaría de la zona templada. Entonces yo ya iba a ser otro. No un joven, sino un hombre. Me deshice de la pena adolescente y la estaticidad juvenil y salí en busca de mis periecos y mis periscios. Un camino que siempre he deseado fuera largo, largo 13…

(Capítulo 6: Eterno retorno)

    Allí dónde mi silencio ha dejado espacio vacío, de retorno a la tierra que me vio nacer 14, he vuelto a toparme con aquellos que ahora son prisioneros de una conciencia momia, prefabricada en serie, fundamentada en un pensamiento único compuesto por un haz de valores dominantes y una miríada de creencias fijas. Sabiéndoles enajenados y pigres en todo lo relativo a la voluntad y copados en la servidumbre de la condición lograda en sus respectivas carreras, comprendo sus acciones y no les supongo responsables de sus actos; reconociendo su alienación puedo predecir sus resortes, esquivar sus costumbres, y defenderme de su sevicio miedo. Admito que estos lances ya me resultan irrisorios. Hoy por hoy me he convertido en una estantigua y ya nada más espero de ellos ni les considero de mi misma laya. Y viceversa.

(Capítulo 7: Ultreya)

    Así, en posesión de una clavícula nox 15, me he visto en vuelto en campos de magnetismo animal, atraído y repelido por energías sutiles, he animado mis sosias con energía Vril o Baraka, he visto el fondo de una madriguera iluminándome con luz astral, he sido médium dibujando ectoplasmas, he sacado cubos de prana asomándome al brocal de mi consciencia, he soplado sibilinas melodías usando mi eje vital como flauta tapando o descubriendo mis chakras para hacer bailar mi Kundalini, he estallado mi conciencia escupiendo energía orgónica como si fuera un volcán en erupción, practiqué psicoanálisis hasta descubrir la luz atravesando el cristal de los arquetipos diseminándose, como un azucarillo en el oceáno, en el mar del inconsciente…

(Addenda)

    Pero, ¿esto era la vida? —le diré a la muerte— ¡Pues que vuelva a empezar!

 

Aleph, escudero de Gn

p.d.: Vete formulando tus deseos y propósitos para la semana que viene ¡fin del año 126! ¡Fiesta de año nuevo: desde el 30 de septiembre de 1888! ¡Shekhiná!

Enlaces:

1 Poema, Los nadie. Leer.
2 Aforismo, Soy humano, nada de lo humano me es ajeno. Leer explicación en Dragolandia: Corrupción y humanismo 18 AGO 2014, Consultar.

    Su sentido ha sido completamente tergiversado por los apóstoles de la solidaridad. No creo que exista en la historia de la literatura ninguna otra frase que haya sufrido tamaña manipulación. Cremes la utiliza para aconsejar a su interlocutor −Menedemo, rico terrateniente romano− que disfrute del ocio al que por su situación económica tiene sobrado derecho, constriñendo a sus esclavos a deslomarse y dejando él de atormentarse (sic) y de entrometerse, por exceso de escrúpulos perfeccionistas, en las funciones usualmente asignadas a la servidumbre.


3 Principio filosófico, Homo mensura Consultar.
4 Neologismo, refiere a un sistema capaz de reproducirse y mantenerse autónomamente. Ampliar.
5 Grabación directo, perennial sophia, Therion Reproducir.
6 Locución, atrévete a saber. Ampliar
7 Artículo, Heidegger y la pregunta por el ser. Leer.
8 Librillo, Soledades, galerías y otros poemas 1917. Leer.
9 Cita, Demian, H. Hesse,

    “No soy un hombre que sabe. He sido un hombre que busca y lo soy aún, pero no busco ya en las estrellas ni en los libros: comienzo a escuchar las enseñanzas que mi sangre murmura en mí. Mi historia no es agradable, no es suave y armoniosa como las historias inventadas: sabe a insensatez y a confusión, a locura y a sueño, como la vida de todos los hombres que no quieren mentirse más a sí mismos”.


10 Artículo de opinión titulado Eurínome, la diosa Creadora. Mito pelasgo de creación y perteneciente al Taller: La Triple Diosa en cada Mujer. Leer.
11 Búsqueda en internet por palabras clave: “esferas celestiales”. Resultados.
12 πνεῦμα, palabra griega para pneuma. Traducción.
13 Poema, Ιθάκη, Kavafis, . Leer poema para aprenderlo de memoria y no olvidarlo pase lo que pase…
15 Canción de Gatos Locos, “regreso a las colinas”. Oír.
14 Grabación en directo, Therion goes classic, Clavícula Nox. Oír.

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